Página de psicología. Psicólogo Antonio J. Ariza
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Blog: Psico-lógica-mente

¿Qué es la terapia EMDR y cómo puede ayudarte a superar un trauma?

¿Qué es la terapia EMDR y cómo puede ayudarte a superar un trauma?

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Centrarse en el presente para sanar el pasado

Hay ciertos acontecimientos en la vida que son extremadamente dolorosos y que se quedan abiertos mucho tiempo dificultando el avance de quienes los han sufrido. Cuando esos temas no quedan resueltos reaparecen cada cierto tiempo la inseguridad, el miedo, la dependencia y la depresión.

Esas enormes cargas son como losas que nos pesan y nos hacen mirar hacia atrás constantemente. Pero si conseguimos resolver esos temas pendientes podremos vivir sin tantos agobios y sin la sensación de tener sobre nuestros hombros tanto dolor. Para ello, lo mejor es procesar el pasado con terapias tan efectivas como el EMDR y aprender a centrarse en el presente y a vivir cada instante con atención plena.

Las sensaciones de nuestros traumas pasados se trasladan a las situaciones del presente y provocan sentimientos que tienden a complicar las cosas, a dificultarlas. Solamente cuando consiguen sanar esas heridas las personas pueden lograr la satisfacción completa en los ámbitos personales y profesionales, ya que esos sentimientos perjudiciales quedan atrás. El alivio es inmediato. Merece la pena dejar ir aquello que nos pesa y nos agobia y vivir ligeros de equipaje.

La historia personal de cada uno podría decirse que no comienza con el nacimiento, sino mucho antes, pues los padres, referentes innegables de todo ser humano, ya antes de tener al bebé en sus brazos han proyectado una imagen sobre su identidad y sobre su futuro.

No es necesario que la familia haya sido desestructurada ni que se hayan sufrido casos extremos para estar en esta situación. A veces las familias pecan de lo contrario, de una sobreprotección que ahoga e impide la progresiva independencia del niño que un día se convertirá en adulto. Los guiones familiares son cargas pesadas, pues a veces la sola idea de seguir un sendero diferente al que ha seguido la familia ya se considera algo así como una traición.

Las heridas provocan pensamientos dañinos en situaciones en las que no deberían darse porque no hay ninguna causa que los justifique. Pero están ahí, es inevitable, y si permanecen durante mucho tiempo es fácil que nos lleven a esa misma realidad que tanto tememos, ya que la construimos en base a lo que pensamos y sentimos.

No dejar ir experiencias pasadas te deja anclado en un presente que no te hace feliz y te impide avanzar hacia un futuro sin visos de mejora. Hay que intentar que los recuerdos no invadan tu vida actual y también que no provoquen una sintomatología perjudicial para tus nuevas relaciones, tu vida privada o tu vida profesional.

Somos los psicólogos de Córdoba que podemos ayudarte en este paso

 

¿Cómo podemos hacer esto? Para empezar, deberías reorganizar tu línea temporal y reflexionar acerca de las experiencias que viviste en el pasado, las experiencias actuales y la planificación de vida que conforma la idea de tu futuro. Está claro que no podemos cambiar el pasado, pero sí que podemos modificar cómo afecta al presente y cómo puede afectar al futuro. Cuando el tiempo avanza, las personas crecen, evolucionan, se transforman en un constructo nuevo que integra lo ya vivido, lo que está viviendo y lo que desea llegar a ser.

Si nos perturban las experiencias pasadas es imposible crear ese presente sano y un futuro que no parezca vacío. Tenemos que elaborar un pasado nuevo, partiendo del antiguo, pero visto desde una perspectiva sana que permita aprender de lo que podamos sacar aspectos positivos y de desarrollo, soltar lo que nos hace daño, y transformar el pasado doloroso en un recuerdo sin ataduras, sin cargas. No consiste en echar la culpa a otras personas ni de justificarnos a nosotros mismos, sino de crecer. Con todo lo que supuso la experiencia traumática, incluso lo más duro y difícil.

Asumir la propia historia y sanar las raíces muertas puede parecer complicado, sobre todo porque debemos convertir lo más duro de nuestra vida en un aliado que nos permita ser personas nuevas y felices.

Hay diferentes fases para llevar a cabo una terapia eficaz que se focalice en tu problema concreto y te ayude a despojarte de aquello que te hace daño. Nuestro gabinete de psicólogos en Córdoba cuenta con profesionales capaz de guiarte por esa historia personal para sanar tus miedos, tus sentimientos y tus pensamientos. Toma conciencia con nosotros de lo que más te afecta, y aprende de nuestra mano a resolverlo. 

 

Antonio J. Ariza

Psicólogo - Clínico EMDR

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El día de después del peor día de tu vida

Ha ocurrido algo impactante. Algo terrorífico, peligroso. Has estado a punto de morir, o lo ha estado alguien a quien quieres. Has vivido el miedo más intenso de tu vida, y crees que ya no vas a poder volver a ser el mismo después de esto porque es imposible: no paras de recordar una y otra vez las mismas sensaciones, las mismas imágenes.

Probablemente sufres un trastorno por estrés postraumático. Y lo más normal del mundo es sentir temor después de vivir una experiencia como la tuya. Durante esos instantes tan terribles que viviste tu cuerpo sufrió cambios en apenas segundos para responder al peligro que te asediaba. Es una reacción de lucha o huida típica en situaciones similares que se activa para proteger al ser humano en situaciones de peligro.

Pero no se acaba ahí, claro. Casi todo el mundo reacciona de una manera o de otra tras una experiencia traumática. La mayoría de las personas se recupera de esos síntomas de manera natural, pero hay otras que no, que siguen sintiendo estrés y miedo, que viven permanentemente asustadas, incluso cuando ya no hay peligro. Si vives algo así, no significa que seas raro, ni mucho menos, ya que cualquier persona es susceptible de sufrir un trastorno así, a cualquier edad.

¿Cuáles son los síntomas que puedes vivir tras el peor día de tu vida? Normalmente comienzan en los tres primeros meses tras el incidente, suelen durar más de un mes y son lo suficientemente graves como para interferir en la vida diaria. Algunas personas superan el trauma a los seis meses, otras tras mucho más tiempo, y algunas no lo superan nunca porque no buscan ayuda para hacerlo.

 

Somos un buen gabinete de psicólogos en Córdoba que podemos ayudarte

 

Los psicólogos somos profesionales capaces de diagnosticar un trastorno por estrés postraumático, y nos basamos en los siguientes síntomas:

Sigues viviendo la situación una y otra vez y te acompañan síntomas físicos como palpitaciones o sudoración, sufres pesadillas o tienes pensamientos aterradores.

Te mantienes alejado de los lugares, los acontecimientos, los sentimientos, los objetos o las personas que te recuerdan la experiencia traumática.

Te sobresaltas fácilmente, sientes tensión todo el tiempo, tienes dificultad para dormir o arrebatos de ira.

Tienes problemas para recordar con exactitud qué ocurrió aquel día, te asedian pensamientos negativos, sientes culpa o remordimiento tras la experiencia, y ya no te hacen feliz las actividades que antes te gustaban.

En los niños pequeños podrían darse otros síntomas como orinarse en la cama, olvidarse de hablar, jugar representando la experiencia traumática o aferrarse a un adulto de referencia en demasía.

Los adolescentes se parecen a los adultos, pero a veces se observan también conductas irrespetuosas y destructivas.

Es muy importante que un profesional de la salud mental experto en este tipo de trastornos, como es el caso de nuestro gabinete de psicólogos en Córdoba, trate cuanto antes a las personas afectadas por esta situación. La psicoterapia —y a veces la medicación— son esenciales, y hay que adecuarse a las circunstancias de cada paciente porque no siempre una técnica funciona para todo el mundo.

Hay muchos tipos de psicoterapia que pueden ayudar a las personas que sufren esta situación tan dura. Algunos tratan los síntomas que provoca, y otros se centran en la vida social, familiar o laboral del paciente. La combinación de diferentes tratamientos según las necesidades de cada persona será lo que finalmente tenga éxito.

Entre las diversas terapias encontramos la de exposición, que supone para el paciente volver a enfrentarse a la situación traumática que vivió de una manera paulatina y segura. Se utilizan para ello las imágenes mentales, la escritura o las visitas al lugar donde ocurrió todo. Así se puede ayudar a algunas personas a asumir sus propios sentimientos.

Con la reestructuración cognitiva se busca, por otra parte, ayudar a las personas a darle un sentido a sus recuerdos negativos. A veces los afectados sienten vergüenza o culpa porque recuerdan el acontecimiento de manera diferente a como sucedió, y en realidad no tienen culpa de nada. Con psicoterapia se consigue mostrar la realidad de lo que ocurrió.

Con la terapia EMDR procesamos y reintegramos aquello que sucedió, de forma que la persona comienza a notarlo “digerido” y a sentir el alivio que esto le produce, con la reducción y eliminación de los síntomas del estrés postraumático.

Con la terapia podemos ayudarte a entender los efectos del trauma que has vivido, a utilizar ciertas habilidades para aprender a relajarte y controlar tu ira y el resto de la sintomatología asociada. Trabajaremos para que vuelvas a dormir y a comer bien, para que puedas enfrentarte a los sentimientos que te provoca haber vivido esta situación, y para eliminar de tu vida la tensión constante.

 

Antonio J. Ariza

Psicólogo – Clínico EMDR

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¿Sufres depresión y aún no lo sabes?

La depresión es un trastorno psicológico muy habitual que suele afectar muy negativamente a todos los aspectos de la vida de quien la sufre, desde las rutinas a las relaciones personales. Es mucho más que estar triste, y aunque salir de esa situación es lo que más desea el afectado, lo cierto es que cuesta mucho tiempo y esfuerzo volver a estar bien, ya que la depresión abarca síntomas mentales y físicos, así como problemas en cuanto a la gestión emocional. Lo único bueno de todo esto es que hay salida: la depresión se puede prevenir y se puede tratar.

Si crees que puedes sufrir un estado depresivo o puede estar sufriéndolo algún ser querido, es de vital importancia que busques ayuda cuanto antes.

¿Cómo se manifiesta la depresión?

En un trastorno depresivo mayor la persona afectada debe poder reconocer que sus síntomas están presentes la mayor parte del tiempo en todos los ámbitos donde se mueve: su hogar, el trabajo, etc., desde hace por lo menos dos o más semanas.

Los síntomas mentales abarcan una sensación de tristeza continua a lo largo del día que parece imposible poder cambiar, la pérdida de interés en actividades que antes sí que resultaban atractivas, problemas de concentración, sentimientos de culpa por sentir lo que se siente y no poder remediarlo, también de inferioridad o inutilidad, pues el afectado siente que ninguna de las cosas que hace tiene importancia, e incluso pensamientos de muerte o suicidio, que si bien no son un requisito indispensable para el diagnóstico de la depresión sí que pueden ser un síntoma claro para detectarla.

En cuanto a este último punto, es vital que, de haber tenido pensamientos suicidas, la persona afectada —o el ser querido que detecte que esto ha sucedido— pida ayuda de manera inmediata. Puede hacerlo a través de familiares y amigos cercanos si no sabe qué más hacer, o directamente acudir al servicio de emergencias de la ciudad donde viva. En todos los hospitales hay personas que pueden hablar y ayudar a poner soluciones al problema. Acudir al propio terapeuta o pedir cita con uno lo antes posible es la mejor de las ideas.

Los síntomas físicos de la depresión son tan desagradables como los mentales: el afectado pasará a dormir demasiado o a no dormir lo suficiente, y al igual que en el ámbito del sueño, el apetito se verá afectado de manera similar, pues pasará a comer en exceso o perderá el apetito. Las personas deprimidas suelen moverse más despacio porque carecen de energía suficiente, se sienten fatigados y la mayoría del tiempo no saldrían de la cama.

Detectar todas estas señales no siempre es fácil, sobre todo cuando no se encuentra la causa que  ha llevado a la depresión. A veces los acontecimientos negativos pueden desembocar en este estado, pero en otras ocasiones basta con que sean eventos estresantes o prolongados, aunque sean positivos como tener un hijo, por ejemplo. Las experiencias traumáticas en cualquier etapa de la vida también son susceptibles de provocar una depresión, así como algunas sustancias como el alcohol o las drogas.

Si se ha sufrido depresión previamente es frecuente que pueda volver a ocurrir después de superar la primera, por lo que sería interesante que la persona afectada analizara su propia historia personal para detectar no sólo si podría padecer depresión en el presente sino si cree que podría haberla sufrido en algún momento de su pasado. El componente genético parece ser muy importante en este trastorno, así que sería conveniente analizar el árbol genealógico de la familia prestando atención a los síntomas mencionados, a los problemas mentales o a algún posible suicidio. Tampoco quiere decir que por esa razón se vaya a desarrollar una depresión, pero las posibilidades aumentan.

Ante la mínima duda de padecer este trastorno hay que ponerse en contacto con un profesional. Los psicólogos podemos detectarla y lo más importante: tratarla. La depresión no tratada puede empeorar, con la merma de calidad de vida que ello conlleva, y el peligro para la vida que supone si se alcanza una gravedad que tarda muy poco en hacerse presente. La depresión no es una broma, es una enfermedad. No hay que dejarla pasar.

Ante la mínima duda de padecer este trastorno hay que ponerse en contacto con un profesional. Los psicólogos de Córdoba podemos detectarla y lo más importante: tratarla. La depresión no tratada puede empeorar, con la merma de calidad de vida que ello conlleva, y el peligro para la vida que supone si se alcanza una gravedad que tarda muy poco en hacerse presente. La depresión no es una broma, es una enfermedad. No hay que dejarla pasar.

 

Antonio J. Ariza

Psicólogo - Clínico EMDR

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Soy columnista de la revista digital Salud y Psicología en saludypsicologia.com

 

Antonio J. Ariza (Psicólogo-Terapeuta EMDR-Técnico en Coherencia Cardíaca)

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